Bióloga urbana nació por la inquietud personal de entender y acercarse a esa gran fuente de sabiduría que es la ciudad, porque me siento una «urbanita«, y vivo feliz en el entorno urbano. Tuve la necesidad de conocer más sobre este gran organismo vivo que es la ciudad, y acercarme a ella como si de un laboratorio científico se tratara.
Por eso, decidí convertirme en una bióloga urbana y trabajar para la ciudad y los ciudadanos. Y así, abordando la arquitectura y el urbanismo desde su amplio abanico de posibilidades, he podido sentir ese placer particular que puede causar el observar las ciudades, por corriente que sea su vista, rescatando las palabras de Kevin Lynch en el inicio de su libro la imagen de la ciudad. Lo que veis aquí es al fin y al cabo un resumen de todo el trabajo que desde muchos ámbitos recoge el interés profesional de enfrentarse a lo urbano desde todos sus contextos: investigando, realizando proyectos, y enseñando.
Detrás de bióloga urbana está Mar Melgarejo. Soy arquitecta de formación y docente de corazón, y compagino la investigación en el ámbito de la sociología y el urbanismo con la docencia y los proyectos de innovación.
Soy profesora de la Universidad Politécnica de Cartagena, y la docente especializada en creatividad, y combino esta labor profesional con el trabajo como arquitecta de las pequeñas cosas. Así, desarrollo una labor transversal, que abarca la disciplina en un amplio espectro, aportando a la labor como consultora de innovación la visión desde la arquitectura.
Os propongo que naveguéis por los diferentes lugares en los que se puede trabajar el urbanismo para las personas, para que podáis recoger ejemplos de esta práctica profesional que es la de la biología urbana. Así, se puede ser biólogo urbano investigando, también proponiendo nuevas formas de diseñar la ciudad construyendo lugares urbanos a través de proyectos, y por último desde la visión de un docente, que puede compartir muchas inquietudes con todo aquel que quiera aprender.